Se sabe que las regiones montañosas son lugares con niveles más altos de riqueza de especies que otras zonas. Según los ecologistas, esto se debe a que las montañas ofrecen muy diferentes hábitats en un área geográfica relativamente pequeña. Por ejemplo, mientras que diez km2 de llanuras ofrecen sólo un hábitat, la misma área de paisaje de montaña puede proporcionar praderas inclinadas, cumbres y acantilados, y todas con diferentes temperaturas, precipitaciones y vegetación.
En una prolongada observación, se ha visto que las zonas montañosas actúan como refugios para especies que han sido expulsadas de su hábitat normal por las difíciles condiciones ambientales. Un ejemplo típico podría ser las que habitan en las llanuras cercanas a la base de las montañas, un cambio en las condiciones de las llanuras podría significar que las zonas de montaña comiencen a adaptarse mejor a las necesidades de las especies, haciéndolas emigrar. "Las montañas siempre han sido consideradas como lugares de supervivencia por las especies, porque ofrecen terrenos muy diversos", señala Russell Graham, palaeoecologist Universidad Estatal de Pennsylvania en University Park. Intrigados por los mecanismos responsables que hacen de las montañas lugares tan ricos en diversidad, Badgley y su colaborador John Finarelli, también de la Universidad de Michigan, estudiaron las tasas de especiación de las tierras bajas y la riqueza de especies, usaron el registro fósil de las Montañas Rocosas y de las Grandes Llanuras de Norte América. Los fósiles que inspeccionaron databan del período del Mioceno, que comenzó hace alrededor de 23 millones de años y terminó hace unos 5 millones de años. Hallaron que hubo ráfagas de especiación que se desarrollaban sólo en las montañas durante los períodos de actividad tectónica. Descubrieron que durante el resto del tiempo, las tasas de especiación en las dos regiones eran moderadas y similares. | Incidentes aislados Aunque el terreno altamente variado de las montañas ayuda a explicar por qué tantas especies distintas pueden vivir allí, la cuestión de dónde viene tal riqueza de especies nunca se han abordado, explica Badgley. Ella y Finarelli proponen ahora que, como las montañas se levantan por procesos tectónicos de la corteza de la Tierra, las especies que habitan en las montañas quedan aisladas de los demás miembros de la misma especie que viven en más bajas altitudes. En última instancia, este aislamiento conduce a los dos grupos separados de especies. "Nunca habíamos pensado antes en las montañas, como los lugares de nacimiento de las especies", señaló Graham. Sin embargo, las montañas no pueden ser las únicas zonas donde la especiación tiene lugar, explica Elizabeth Hadly, palaeoecologista de la Universidad de Stanford en California. También es posible que las montañas se hayan levantado a partir de las llanuras, y donde había sólo, por ejemplo, 10 especies, la división creada por las recien formadas montañas podría dar lugar a 20 especies únicas en las llanuras, 10 en cada lado de las montañas. Algunas de estas especies, podrán encontrar su camino entre las montañas para contribuir a la mayor diversidad que se observa después de la actividad tectónica. De hecho, añade Hadly, es difícil saber si la evolución de estas nuevas especies sucede en las llanuras, en las montañas, o en ambos a la vez. |
- Society of Vertebrate Paleontology UK.
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